miércoles, febrero 07, 2007
Una caminata por la misma vereda de siempre. Un segundo que se cristaliza en mi vida, pero es solo un vistazo por la ventana a una entera vida. Más vien por la puerta, pero lo que primero me llamo la atención fue el pan y las palomas. Esas las vi desde mitad de cuadra. Cuando llegue a la vereda la puerta estaba abierta y una vieja observaba rigida a las palomas. Que comian y comian, lo que parecia ser medio kilo de pan cortado en pedacitos. Quizás por la cuidadora que sostiene la silla de ruedas, pocos años más joven que la otra. Sonriendo quizás por ella misma, quizás es parte del trabajo y sonrie por la señora rigida en la silla de ruedas, con una mirada que...
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