Cuando nos vamos acercando a un nuevo empleo, están todas las etapas previas, entrevistas, pruebas psicológicas y físicas y últimamente están muy de moda las interminables capacitaciones. Pero que son solo farsas, porque como se sabe (de hecho) uno aprende todo en las primeras semanas, cuando realmente se topa con lo que es el trabajo y donde empieza a "aprender de verdad". Porque la primer etapa es territorio pleno del jefe o empresa. Donde este demuestra al pie de la letra lo que cree que se debe hacer en sus instalaciones para que todo funcione y lo que él realmente cree que pasa. Pero después de aprender el funcionamiento uno sigue por el desfuncionamiento. Una vez adentro ya soltado " a la buena de dios" dentro del nuevo empleo, vemos como todo se ajusta y se regula desde atrás para que la fachada se mantenga. Por eso el proceso competitivo de selección nunca se detiene y para eso están los ascensos y supervisores y tantas otras molestias. Para que los empleados no puedan relajarse y detenerse, porque en cuanto lo hacen ya no quieren seguir avanzando, le hacen creer al jefe que lo hacen pero solo duermen siesta.