Me pregunto de qué va todo esto, cuando los dichos, más populares y repetidos, vienen a nuestros labios como nuestras propias palabras. Como aquello que yo diría exactamente en esta situación, aún si no existiera el dicho.
"siempre esta más oscuro, antes del amanecer"
Es en esos momentos en los que me pregunto de que va todo esto. En los más oscuros, sintiéndome acorralado a cada paso, cada cara un extraño, que no puedo dejar de preguntarme de qué va todo esto. Aunque ya sepa la respuesta.
¿Recibís lo que das? era así el dicho, pero muchas veces doy lo que recibo. Le doy amor al amor y odio al odio. Pero no siempre si odio soy odiado, ni tampoco con el amor. Y si odio no siempre es porque yo fui odiado antes y deba salir a balancear el Kharma.
Muchas veces el azar puede más que todas las neuronas juntas.
Quiero morir, pero sin todas las consecuencias que acarrea... ¿qué hago, me compró un fierro, un perrito o contrato a un psicólogo?
Me pregunto de que va todo esto, aunque sé que nunca sabré esta respuesta ni ningún otra, aun cuando crea saberlas. Sigo recorriendo pasillos oscuros con pasos acorralados. Navegando siempre a los mismos puertos, recorriendo las escenas obvias, que no puedo dejar de olvidar, para volver a encontrarme envuelto en ellas.
¿Cómo ir a otro lugar que no sea este?¿Cómo decir las palabras que no sean estas?
Me doy cuenta que ya ni me quedan preguntas, dudo que me halla seguido la atención de algún lector hasta aquí. El laberinto perfecto no tiene paredes, ni puertas, el laberinto perfecto no tiene salida, ni siquiera te deja desarrollar la noción de que algún día podrás salir, solo te sigue enredando como rutina de todos los días, sin saber de que va todo esto, sin saber que hay más halla de donde ya esta todo dicho.
sábado, febrero 21, 2009
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