Un hombre de nariz enorme termino de pagar su boleto y se adelantó al pasillo del colectivo. Observo los asientos uno por uno y mientras levantaba la vista para mirar detenidamente los asientos del fondo, alguno podría haber tenido la sensación de que olfateaba. Yo, tenía la certeza, veía sus fosas nasales dilatándose aún más de lo que ya estaban naturalmente.
A veces, caminas por la calle y esquivas la latita. Otras veces, la pateas estruendosamente la haces chocar con las luces de un semáforo que explota y cae rompiendo el asfalto y la vereda.
Es eso, a veces. Nunca se sabe como se van a combinar las piezas o como se van a mezclar los ingredientes. No sé quien fue, me dijeron el nombre y me sonó a científico importante, así que lo escuche con más tensión, cuestión que dijo que no sé puede determinar el futuro basándose en los acontecimientos del pasado. También escuhé que los mismos factores de experimentación son completamente irrepetibles. Sigo sin saber como decirlo, se trata de patear o esquivar, depende del día.
Es cribir. Escribir, es como eso, lo otro. como no escribir, no es cribir, ose. Esto creo que si se como decirlo, Es dos cosas al mismo tiempo, como mínimo. A veces escribir es divagar en aventuras fantásticas, embutirse de conocimientos o lo que se vea representado, pero a veces uno no quiere escribir, quiere solo lo otro.
martes, junio 03, 2008
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2 comentarios:
creo que vos sos de los que patea la latita..
Abrazo.
te aocrdas de tita, la mano derecha de PAPAlardo?
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